NO ES UN ADIÓS, ES UN HASTA PRONTO

Discurso de graduación
por Valeria Zepeda Garibay
Sexto semestre

Queridos compañeros:

Este día estamos cerrando un ciclo en nuestras vidas. Decimos adiós a todo aquello que consideramos seguro y familiar para exponernos a un nuevo mundo. Dejamos atrás tantos recuerdos y experiencias para abrirle paso a las nuevas. Pero no piensen en ningún momento que este adiós es malo, al contrario. Tenemos una nueva oportunidad para empezar de nuevo.

Aunque nuestra experiencia en esta preparatoria llegó a su fin, estoy segura que el cariño y amor que encontramos aquí no se acabará.

Agradezcamos a todas aquellas personas que de alguna u otra manera, hicieron de esta etapa de nuestras vidas algo inolvidable. A nuestras familias. Papás, Mamás, gracias principalmente por brindarnos la oportunidad de estudiar, por preocuparse por nuestro futuro y por el inmenso apoyo que nos han brindado. Profesores, no solo agradecemos por enseñarnos cálculo diferencial o sobre la Primera Guerra Mundial, les agradecemos por haber sido siempre una guía en nuestras vidas. Sabemos que en algunos momentos llegamos a ser muy platicadores y revoltosos, gracias también por tenernos paciencia.

Ahora, quiero agradecer a todos ustedes, compañeros. Sé que algún día nuestra historia quedará en el pasado, que aquellas fotografías que nos tomamos se convertirán en viejas fotografías. Nuestras vidas se separan a partir de este momento. Pero ahora estamos justo aquí, juntos. Este momento es nuestra historia, aquella que probablemente le contarán a sus hijos y nietos. Todos estamos aquí, rodeados de gente que nos quiere y que nunca olvidaremos.

Cuando pienso en cada uno de ustedes y sus diferentes personalidades, me doy cuenta que este año no sería lo mismo si alguno de nosotros faltara. Admito que no llegué a convivir con algunos de ustedes (Bueno, como la mitad de ustedes), pero aún así les agradezco a todos y cada uno. Gracias a ti, por compartir tus chistes y hacernos reír a media clase. A ti, que fuiste siempre muy amable con todos y siempre estabas dispuesto a ayudar. A la persona más amigable que conozco, a la chica con la risa más contagiosa, al chico que ama los deportes, a la chica que está cantando todo el día. Gracias. Nunca dejes de cantar. A nuestro futuro Einstein, al chico que ama las matemáticas, al que ama los videojuegos y al que nunca suelta su cámara. A ti, que te encanta la música. al que siempre está bien vestido y a la que siempre te ayuda con las tareas. Gracias a ustedes, con los que nunca he tenido una verdadera conversación y a aquellos con los que nunca dejo de hablar. Gracias generación 2013-2016.

Y tan cursi como suena, esto no es un adiós, es un hasta pronto.